Aunque seguramente pasarán muchos meses para que haya un pronunciamiento de la Corte Marcial , ella junto a su familia espera paciente y esperanzada una justicia en la que hasta ahora no cree.
Después de la miserable e irrespetuosa condena que dictó la Corte Marcial el año pasado, a 3 años de pena remitida, apelamos a la Corte Suprema , la que aceptó revisar la causa contra el condenado Walter Ramírez.
¿Cuándo podría haber una resolución?Esto todavía está en manos de la Corte suprema. Aunque la fiscal de la Corte Suprema , Mónica Maldonado, ya anticipó su parecer tras estudiar el expediente. En su informe, sugiere a los jueces que la condena sea ratificada, pero aún no hay pronunciamiento. Pienso que antes de fin de año, podría haber resolución.
¿Cuáles son sus expectativas como mamá y familia?Las expectativas como familia directa, no son buenas. No confiamos en la justicia chilena, pues ante la evidente culpabilidad del asesino Ramírez, la Corte Marcial debería haberlo condenado a presidio efectivo. Como madre, no creo en esta justicia y nada podrá devolvernos a Matías. Sin embargo, mitiga un poco el dolor realizar acciones para que en todas partes se sepa quién mató a mi muchacho y dónde está ahora. Que se sepa que dónde se esconde, y podremos denunciarlo.
¿Qué escenarios y acciones han analizado como familia con su abogado?
Cualquiera sea la resolución de la Corte , como familia iremos a todas las instancias posibles en lo legal, incluida la Comisión Interamericana , por sobre todo habrá una condena social. Ramírez asesinó a nuestro querido Matías, pero sabemos que todo esto ocurrió porque estamos en un sistema político que no respeta la vida, que está al servicio del capital.
Siento que todos debiéramos reflexionar sobre cómo es que permitimos que un estado no respete nuestros derechos. Me refiero a todos nuestros derechos, y muy en especial el derecho a la vida y el derecho de los niños mapuche y chilenos. Tenemos que tomar conciencia de que estamos casi en las mismas condiciones que en tiempos de dictadura, inmersos en un sistema económico neoliberal que solo promueve la explotación, tanto del ser humano como de los recursos naturales. Un gobierno -uno más- que está al servicio del poder económico y, en consecuencia, permite y avala todas las conductas de terrorismo de Estado que hoy se dan tanto en la ciudad como en el campo. No por nada el ministro Hinzpeter dijo: “aunque suene duro, vale más la vida de un policía, que la de cualquier ciudadano”.Tras la conciencia, viene la acción. Cada colectivo, agrupación, comunidad, cada uno de nosotros podría escoger, con conocimiento y responsabilidad, cuál será el modo de luchar por una sociedad más justa. Creo también importante, que seamos consecuentes, y solidarios con nuestras familias, con nuestros hermanos. La traición y la desunión no favorecen en nada ningún proceso de liberación.
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